Este cazador fue sorprendido en 2007 por agentes rurales de la comarca barcelonesa de Osona manipulando varios lazos-cepos, que pueden provocar la muerte por estrangulamiento de todas las especies de mamíferos vertebrados que caen en la trampa.
Ahora, la sección quinta de la Audiencia ha dado la razón al cazador, ha revocado la sentencia y le ha absuelto, ya que considera que no se puede equiparar el cepo con el veneno o los explosivos, pese a que también está considerado un sistema ilegal, indiscriminado y no selectivo.
En este sentido, la sentencia recoge que mientras el cepo tiene un carácter individual, ya que sólo cabe un animal en cada trampa, el veneno o los explosivos tienen un efecto más devastador y expansivo.