A cinco días de la Maratón de Badajoz, Pablo Villalobos advierte sobre cómo hay que prepararse
La imagen de Pablo Villalobos en la línea de meta de la Maratón del Mundial de Atletismo de Daegu es impactante. Exhausto, tras un infierno de algo más de 42 kilómetros, se desplomó sobre el asfalto coreano y tuvo que ser atendido porque se había dejado el alma en la prueba mundialista. El almendralejense, experto atleta de currículum envidiable, narra cómo se prepara un maratoniano en la última semana antes de la carrera. Este domingo se celebra la XX Maratón de Badajoz, así que si usted piensa correrla, le conviene estar atento a sus consejos porque él sabe mucho de esta especialidad pese a que no lleva demasiado tiempo en ella. «Es verdad que lo pasé muy mal en Daegu. Recuerdo que lo único que quería es dejar de correr y acabar la carrera. Al final te da igual la marca o el tiempo que inviertes y lo que quieres es ganar a la maratón. Tienes la obsesión de terminarla y vencerla y eso le pasará a muchos de los que participen».Lo primero que hay que decir es que esto no es como estudiarse un examen de Derecho en cinco días. Una maratón no se prepara en la última semana, así que si no ha habido trabajo previo, olvídese. No hay dietas milagros en el atletismo, y mucho menos en esta especialidad. Curiosamente, en los días previos a la cita hay que rebajar los entrenamientos. Y mucho. Lo contrario sería un error. Webs especializadas como atletismoex.com hablan de tres días, «uno de rodaje normal, otro con cinco series de 1.000 metros y otro de un trote suave de 40 a 45 minutos es más que suficiente». Villalobos añade que hay que llegar «descansado muscularmente porque el esfuerzo será máximo en una distancia tan larga como 42 kilómetros». Un consejo que ofrece, sobre todo a los más noveles, es «calmar los nervios» para que no les pase lo que le sucedió a él en su primera prueba, en Sevilla. «Por aquello de la licencia, tengo la costumbre de meterme el DNI en el calcetín, pero por los nervios se me olvidó y casi corro con él ahí metido, que me hubiera hecho daño». Lo de los nervios no es cuestión baladí, por lo que comenta. Hay muchos que pierden acreditaciones, que se colocan mal el dorsal, etc. O con el avituallamiento. «Muchos se agolpan en las primeras mesas y pueden crear problemas como tropiezos o lesiones. Hay que tener paciencia y abrirse un poco y ya cogerás en las siguientes».
En cuanto a la alimentación, hay que comer arroz, pasta y derivados de cereales. El viernes se pueden tomar seis pastillas de glucosa y el sábado otras seis, además de dos o tres litros de agua y bebida istónica. El domingo conviene desayunar al menos tres horas antes de la carrera. Se puede ingerir un café antes del entrenamiento y las bebidas azucaradas están descartadas una hora antes. «Solemos llevar bebida, pero quienes no la llevan y a lo mejor están acostumbrados a una bebida isotónica, lo pasan mal si la organización tiene otra».
En la semana previa hay que dormir casi para batir un récord. Desde el viernes, si se puede más de ocho horas, mejor, y si es posible acompañar una siesta el sábado, también mejor. El día antes no conviene pasar mucho tiempo de pie. Si se quiere dar un paseo o ver mundo, que sea corto. Ya habrá tiempo.